La
imagen despidiendo a San Agustín media hora más tarde de los previsto, nos
sirve para iniciar este breve balance de las fiestas del año 2017.
Ya decíamos a mediados de agosto que se podía mejorar y bastante el contenido y la elaboración del programa, y semanas después de su celebración volvemos a reafirmarnos en esa percepción. Algunas de las claves para reconducir esta situación podrían ser:
- Es fundamental escuchar y dar voz a las peñas. Necesitamos su implicación y para ello nada mejor que oir sus propuestas.
- Ha sido un error cobrar los encierros y probadillas nocturnas, que esperemos se corrija en años futuros. No olvidemos que el Ayuntamiento subvenciona con 45.000 € la organización de los festejos taurinos. Además conviene señalar que la recaudación de la taquilla es íntegra para el empresario.
- No podemos programar una macrodisco (música enlatada) el sábado de fiestas, día con más afluencia de público de localidades cercanas y programar la mejor orquesta el domingo.
- Hay que retomar actividades de años anteriores como la paella, la pancetada, el recorrido de peñas e introducir nuevas actividades que nos hagan recuperar la ilusión por las fiestas.
- Para que el certamen de novilleros tenga éxito necesitamos de buenos novillos y buenos novilleros. De lo primero nada podemos objetar, pero si de lo segundo. La empresa debe hacer un esfuerzo por colocar en los carteles de Pedrajas, novilleros afianzados y consolidados en el escalafón taurino.
- Conviene replantearse el número de días de fiesta. Como ya hemos anunciado en este blog, cuatro días con una buena programación sería bastante más atractivo.
